DIARIO INFORMACIÓN 7/04/2009
P. G./ R. J.
El Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (Inescop) planteó en 1995 crear en Elda, junto a su sede en el polígono Campo Alto, una planta incineradora de "tratamiento térmico en lecho fluidizado" para eliminar los residuos de la industria del calzado y el curtido recuperando el tóxico cromo que contienen para poder ser reutilizado. Sin embargo la propuesta fue abandonada por la falta de apoyo del Ayuntamiento de Elda ante la presión ejercida por el grupo ecologista Taray. Trece años después la empresa Global Plasma Valencia ha solicitado, con el mismo fin, autorización al Consell para instalar en el polígono El Pastoret de Monóvar una incineradora, que funcionaría con el novedoso sistema del arco de plasma. Aunque la propuesta ha suscitado el rechazo del gobierno, la oposición y los ecologistas de Heliaca, Mosaico y Urbanismo Sostenible, desde Inescop se apoya la iniciativa al considerar que se trata del procedimiento más limpio y eficaz para acabar con la contaminación que producen los desechos del calzado. Residuos que se siguen tratando como basura urbana, enterrándose en el subsuelo de los vertederos o quemándose sin recibir tratamiento alguno.La planta piloto proyectada por Inescop contaba con el visto bueno de la UE y con una financiación a fondo perdido de 400 millones de pesetas. Ante las dudas expuestas por los ecologistas se realizó un estudio en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y el resultado demostró que los retales de la piel tenían más dioxinas que los gases que se generaban en la combustión sumados a los de las cenizas resultantes. Pero también quedaba claro que las dioxinas se destruyen con el calor. Un laboratorio externo lo certificó con pruebas reales. Los ecologistas plantearon entonces que en el proceso se producía dióxido de carbono, algo que es inherente a cualquier combustión. Al final la planta que se iba a instalar en Elda se construyó en Soria y se está empleando actualmente para hacer estudios sobre biomasa.Desde el Instituto del Calzado se pone como ejemplo Viena, Colonia y Lyon, donde funcionan plantas de incineración de residuos urbanos dentro de las ciudades y no se habla ni de dioxinas ni de incremento de enfermedades. "Sin embargo, estas plantas resuelven un problema social y generan una energía útil para su entorno prescindiendo de otros combustibles más nocivos", apuntan las mismas fuentes. En España la energía se obtiene en un 83,3% a partir de los contaminantes combustibles fósiles. "Y lo más curioso -se subraya desde Inescop- es que la planta proyectada en Monóvar ni siquiera funcionaría con incineración. Pero, claro, la postura de algunos es que nada cambie y que nuestros pueblos no progresen". EU muestra su oposición La coalición local de EU considera que la planta "puede ser más perjudicial para la salud que beneficiosa para el empleo de Monóvar y comarca". El coordinador local de EU, Francisco Percoco, ha lamentado que "el gobierno local -PP,Bloc y Gimv- no haya dicho todavía qué medidas van a tomar para que no se lleve a cabo este proyecto". Además, después de que EU haya consultado a varios expertos en medio ambiente "sabemos que estas plantas expulsan gases contaminantes los cuales no todos pueden ser filtrados y producen residuos sólidos que necesitan un tratamiento especifico, antes de ser enterrados en recipientes herméticos y a mucha profundidad", añade Percoco, que apunta como otro inconveniente "la falta de agua" para esta actividad.
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